Al viajar a la Isla de Lewis, no ves muchas casas antiguas. Ya hace tiempo que los granjeros se han ido mudando a hogares más confortables. Son viviendas menos turísticas, pero mucho más agradables para pasar el invierno.
Para poder hacernos una idea de la vida tradicional de los habitantes de Lewis, hay que visitar el pueblo de Gearrannan, en la costa oeste de la isla. Una docena de casas, las «casas negras» siguen en pie igual que en el siglo XIX. Me han contado que los últimos habitantes se fueron en 1974, pero el pueblo mantiene su aspecto original.
Las casas negras se han concebido para soportar las duras condiciones meteorológicas: son bajas para ofrecer menos superficie al viento y sus tejados de paja evitan que entre agua en su interior. Para entender cómo era la vida de antaño, es posible incluso pasar la noche en una de ellas. Varias casas negras se han renovado y se pueden alquilar. Te puedo decir que la estancia, a unos cientos de metros de la playa de Dalmore, resulta mágica.