El whisky escocés despliega una paleta aromática que maravilla en la cocina. De aromas florales o ahumados, de gustos especiados, amaderados o yodados: el whisky ofrece múltiples combinaciones. Si añadimos whisky a cualquier receta, sus aromas intensos se desplegarán con sutileza.
Conocido por sus cualidades volátiles, se usa con frecuencia para flambear alimentos. Las vieiras y las gambas flambeadas adquieren así un delicado perfume.
Un ligero toque de whisky escocés también potencia la dulzura de una carne blanca y aromatiza cualquier carne roja.
Como deja entrever el olor a alajú que flota en las destilerías de Escocia, el aroma a frutas y a cereales del whisky potencia también cualquier postre.
Basta con probarlo con un crumble de peras o con el famoso pastel escocés de alajú.