Borders abarca una región que se extiende hasta el sur de Escocia, entre Edimburgo y el norte de Inglaterra. Y Dryburgh Abbey es de visita obligada. En este lugar, me embarga una sensación de calma y tranquilidad. La puesta de sol hace brillar el bonito tono rosado de la piedra escocesa.
Dryburgh Abbey está abierta a las visitas. Gracias a eso, he podido descubrir su tormentosa historia. Fundada en el siglo XII, se incendió en tres ocasiones. Esta abadía también ha servido de fuente de inspiración para los escoceses. Sir Walter Scott fue enterrado aquí.
Sir Walter Scott es una figura destacada del imaginario escocés. En el siglo XIX, escribió muchas novelas históricas como Rob Roy e Ivanhoe. Al contemplar Dryburgh Abbey, tan llena de historia, entiendo por qué a Sir Walter Scott le gustaba tanto.