En Escocia, es frecuente sentir el poder de los elementos. Frente a los lochs, las montañas o los bosques, siempre tengo la sensación de formar parte de un todo mucho más grande que yo mismo. Esa sensación fue precisamente la que me embargó en Dunadd y no fui el único.
La colina de Dunadd posee una historia fascinante. Era una de las plazas fuertes de los reyes de Dalriada. Por lo que me han contado, los reyes de Dalriada llegaron desde Irlanda hace más de 1 500 años. Su pueblo era conocido por el nombre de «Scotti» y de ahí tomó su nombre Escocia.
En la cumbre de la colina, veo las ruinas del fuerte. También veo una piedra en la que se ha perforado la silueta de un paso. Los reyes de Dalriada introducían el pie en este hueco y se colocaban frente al paisaje. En mi opinión, una gran manera de unirse a la tierra de Escocia.