La arteria principal del centro urbano de Edimburgo se llama Royal Mile (milla real). Esta calle de 1,5 km conecta los dos castillos de la ciudad: Edinburgh Castle y Holyrood Palace. Es de visita obligada durante la visita a los monumentos más hermosos de la ciudad.
En la Royal Mile encontramos el encantador jardín de Dunbar’s Close. Está tan bien escondido que es muy fácil pasar de largo. Me costó encontrarlo.
Su entrada está en el nº 137 de Canongate, en la parada de autobús de Canongate Kirk. Hay que buscar una pequeña placa de cobre y pasar bajo un pórtico de piedra. A una docena de metros, al final de un sendero pavimentado, llegamos a los jardines de Dunbar’s Close.
Es un lugar muy popular entre los habitantes de Edimburgo. En el íntimo ambiente de estos jardines del siglo XVII, disfrutan mientras saborean una taza de té o leen un libro con total tranquilidad. Puedo entenderlos perfectamente, pues los jardines de Dunbar’s Close destilan serenidad.