Estas piedras permanecen en pie en Callanish, en la Isla de Lewis, desde hace 5 000 años. ¿Por qué se alinearon de este modo? La respuesta se ha perdido en la noche de los tiempos. No sabemos si era una manera de conectar el mundo de los vivos y de los muertos o una especie de observatorio para seguir la trayectoria de la luna y del sol… o simplemente algo totalmente diferente.
Los hombres de la Edad de Piedra nos han legado sus monumentos, pero no la explicación que llevan asociada. Todo el mundo es libre de utilizar su propia imaginación. Me han contado que, durante los solsticios y los equinoccios, todavía es posible ver druidas alrededor de las piedras de Callanish en un intento de revivir las antiguas religiones de los celtas.
Por mi parte, he rodeado caminando las 13 piedras que forman el círculo, en el centro del cual se erige un monolito de casi 5 metros. Es interesante pensar que, en todos los pueblos de Europa Occidental de esa misma época, los hombres compartían la misma idea de levantar piedras. Un halo de misterio sigue envolviendo a Callanish, pero el lugar resulta realmente cautivador.