Aunque la isla de Iona es muy pequeña, bien merece una visita si estás de vacaciones por la isla de Mull. Para llegar hasta ella, solo es necesario una travesía en ferry de 10 minutos.
Todo aquí evoca la historia de Escocia. Fue en Iona, concretamente en el siglo VI, donde un misionero irlandés introdujo el cristianismo en la región. Por lo que tengo entendido, también es aquí donde fueron enterrados los primeros reyes escoceses.
La isla de Iona es un lugar muy apreciado por aquellos que desean desconectar y relajarse. Los artistas, por su parte, acuden en busca de inspiración. A mí me gusta venir a pasar el día. Al contemplar cómo cambia la luz, me digo que efectivamente la isla tiene algo de sagrado.