Kelburn Castle es propiedad del Earl of Glasgow. Hasta el 2007, era un simple castillo escocés, pero un grupo de artistas brasileños le ha dado otra dimensión.
Tal y como me han contado, esta fachada del castillo estaba cubierta de hormigón. El propietario deseaba retirar el revestimiento para dejar al descubierto las piedras. Mientras esperaba el inicio de las obras, dio permiso a unos artistas del grafiti para que lo utilizaran.
Y el resultado fue una sorpresa para todos. Muchos visitantes acuden cada año a admirar este fresco lleno de colorido. Tanto es así, que el Earl of Glasgow ha solicitado al comité de monumentos históricos la autorización para conservarlo.
Por ahora, el grafiti sigue ahí. Cuando lo miro, no puedo evitar sonreír. No sé si estas pintadas hubieran sido del gusto de los antepasados del Earl of Glasgow, pero yo opino que embellecen el castillo.