Situado entre los fuertes de Stirling y Edimburgo, Linlithgow Palace es muy particular. En este lugar, el objetivo es relajarse y no defenderse.
Al cruzar la majestuosa verja, esperaba ver un hermoso castillo. Y no me ha decepcionado. El palacio se encuentra en ruinas tras un incendio en el año 1746. Pero aún sin tejado, ha logrado conservar sus majestuosos aires de antaño. Tal y como he podido leer, la construcción se inició a finales de la Edad Media y se prolongó durante 200 años.
Aquí nacieron varios reyes y reinas, incluida la famosa María Estuardo en 1542. Puedo imaginarme el castillo en el momento de la llegada de la familia real a Linlithgow. Con un poco de imaginación, puedo incluso escuchar el ruido de los carruajes y los caballeros.