El pequeño puerto de Tobermory, con 1 000 habitantes, es el burgo más grande de la isla de Mull. El detalle más sorprendente de Tobermory es esta hilera de casas de colores. Rojo, azul o amarillo, la calle principal desea llamar la atención.
Y con buen criterio, pues Tobermory es el lugar perfecto para pasear. Es un punto de partida excelente para explorar la isla y desconectar con una larga jornada de visita. Hay muchas cafeterías y restaurantes.
Personalmente, la heladería que hay en la calle principal me robó el corazón. Isle of Mull Ice Cream vende helados artesanales elaborados con leche de productores de la zona. Su cremosa textura merece con creces la cola que hay que hacer para comprarlos.