¿A quién le apetece un chapuzón en estas aguas cristalinas? The Fairy Pools son piscinas naturales formadas entre las rocas de la Isla de Skye. Para llegar hasta ellas, hay que caminar un poco. Desde el parking de Glenbrittle, tardé unos 20 minutos con un buen calzado.
Una vez allí… ¡la recompensa! Frente a ti se extienden las Fairy Pools con sus cascadas y su agua turquesa. ¡Casi parece un paraje tropical! Pero cuidado, no es lo que parece. Porque aunque el agua parezca «caliente», no lo está. Dependiendo de lo friolera que sea cada persona, el agua está fría, muy fría o congelada. ¡Incluso para un escocés!
Este espejismo quizás sea cosa de las hadas… Se dice que si metes la cabeza debajo del agua, lograrás verlas… Yo no las vi. Con hadas o sin ellas, ¡es un lugar realmente mágico!