Durante mucho tiempo el whisky ha proyectado la imagen de ser una bebida que exige unos determinados rituales para su degustación. Pero ya no es así hoy en día. A muchas personas les gusta el whisky hoy en día, tanto a hombres como a mujeres.
Y los franceses no son una excepción: son los primeros importadores de whisky escocés del mundo.
Y quien dice nuevos adeptos, dice nuevas formas de consumo. Esta bebida espirituosa puede saborearse sola, para disfrutar al máximo de todos los sabores de Escocia o, si se prefiere, añadir un poco de agua o tomarla con uno o dos cubitos de hielo.
Este néctar de aromas múltiples, combina a la perfección con cualquier mezcla de sabores en sorprendentes cócteles.
Para los aficionados a la cocina, el whisky escocés marida también bien con muchos alimentos, o puede servir para añadir un ligero toque escocés a sus preparaciones culinarias. Permita a su creatividad culinaria alzar el vuelo.