La receta para elaborar whisky escocés es muy sencilla, pero la técnica que requiere su elaboración es fascinante. Para ello únicamente son necesarios tres ingredientes: cereales, levadura y agua.
Existen dos tipos de whisky escocés, el whisky de malta y el whisky de grano. El whisky de malta se elabora exclusivamente a partir de cebada malteada.
El whisky de grano se elabora a partir de cebada malteada y sin maltear, así como de otros cereales como el trigo o el maíz.
La cebada, no obstante, es el cereal más empleado en la elaboración del whisky escocés. Esta gramínea, que se cultiva en llanuras ricas y fértiles, aporta deliciosos aromas una vez malteada.
Tras seleccionar los cereales, el malteado es la primera fase de elaboración de un whisky escocés con personalidad propia.
La cebada es el cereal que los escoceses utilizan desde hace siglos para elaborar todos sus whiskys de calidad.